El impacto del COVID-19 sobre las salas de control y cómo mitigarlo

La pandemia del COVID-19 está generando una crisis a escala global, afectando gravemente la productividad de las empresas, especialmente, de aquellas que cuentan con salas de control o centros de operaciones donde se realiza la gestión centralizada procesos de fabricación o distribución de bienes y servicios -algunos críticos-, así como de actividades de control y seguridad de las personas, el transporte, la infraestructura y los activos de las compañías.

Muchas de estas actividades de supervisión y control no pueden realizarse de forma remota, y demandan la presencia de operadores 24/7. Sin embargo, es una dimensión que se debe considerar, al menos para actividades complementarias.

Los criterios de diseño de las salas de control y sus condiciones ergonómicas, por ejemplo, la distancia mínima entre operadores, nunca tuvieron en vista la ocurrencia de una enfermedad altamente contagiosa provocada por un virus entre humanos. Incluso los procedimientos operacionales no lo tienen considerado.

Qué hacer cuando los operadores de una sala de control se contagian, quiénes operarán la sala, cómo se mantendrá la continuidad operacional de la empresa, quién controlará los procesos productivos, quién vigilará las actividades y las instalaciones, se podrá asegurar la cadena de suministro, son algunas de las interrogantes que hoy se están formulando en las reuniones de gerencia de muchas organizaciones.

En lo inmediato, las organizaciones que cuentan con salas de control de sistemas integrados y centralizados deberán implementar al menos las siguientes acciones:

· Asegurar una distancia mínima entre operadores en sala de 2 metros.

· Restringir el ingreso a la sala sólo a operadores y supervisores.

· Disponer de equipos de medición de temperatura corporal y controlar el acceso al recinto.

· Incrementar las rutinas de limpieza y desinfección ambiental.

· Implementar estaciones de dispensadores de alcohol gel.

· Mantener disponibles operadores de back up (propios o externos).

· Habilitar conexiones remotas seguras de respaldo para supervisores y operadores, permitiendo tomar control de la sala de forma remota.

Siempre ha sido recomendable que las empresas mantengan una o más salas de control de respaldo, que permita tomar control local o general de la operación frente a una emergencia. Este criterio debe formar parte del proyecto de implementación de una sala de control o centro de operaciones.

La tripulación de una sala de control de respaldo deberá observar rigurosamente las acciones descritas anteriormente.

Otro aspecto clave para minimizar la circulación de personas en la sala de control y por ende reducir el riesgo de contagio de sus operadores, es realizar acciones de capacitación técnica que permitan a los operadores y supervisores poder resolver problemas sin la necesidad de mantener técnicos residentes o minimizando la cantidad de ordenes de trabajo para asistencia en la sala. Esto deberá considerarse en el plan general de capacitación del personal y fomentarse a través de video conferencia o chat de video.

Finalmente, resulta de vital importancia que las empresas que mantienen externalizados los servicios de operación de su sala de control exijan a sus contratos que se tenga disponible un equipo de operadores capacitados de emergencia. También es recomendable que la empresa cuente con miembros de la organización capacitados para que, en la eventualidad de una falta generalizada de operadores, puedan tomar control de una estación de trabajo.

Por lo mismo, resulta fundamental que las empresas y organizaciones que cuentan con salas de control o centros de operaciones mantengan un plan de capacitación teórico-práctico permanente, donde el uso de simuladores cobra vital importancia para asegurar una adecuada respuesta operativa frente a contingencias y emergencias como la que estamos viviendo.